En La guerra de las galaxias, al contrario que en otras obras de "Space-opera" o Ciencia ficción los cazas tienen una importancia sobresaliente.
Son las armas que esgrimen los héroes para derrocar al malvado imperio galáctico.
Son combates individuales, uno contra uno, donde aun caben atisbos de caballerosidad o de destacar la habilidad por encima de las tecnologías.
Esto nos retrotrae a la época de la IIWW donde se libraron los últimos combates entre los "Caballeros del aire".
Dicen que lucas baso la parte final de "Una nueva esperanza" la del ataque a la estrella de la muerte, en el film "La batalla de Inglaterra". Y, la verdad, es que hay bastantes similitudes en escenas.
También remite a esta época el continuo desarroyo de la tecnología y la continua actualización de los modelos, que podemos apreciar a lo largo tanto de la trilogía clásica como de la nueva.
Los cazas de SW suelen ser de un solo piloto, ágiles y bien armados.
Son el complemento perfecto para las gigantescas naves capitales que patrullan y protegen la galaxia.
Nos cuentan en la película que los pesados cañones de estas (y de la estrella de la muerte) no pueden alcanzarlos.
Los sensores de puntería necesitan demasiado tiempo para fijar esas pequeñas espacionaves tan rápidas.
De manera que los artilleros tienen que recurrir al cada vez mas olvidado sistema "manual".
Sin demasiado éxito.
Afortunadamente las naves mas grandes cuentan de su propio complemento de cazas para su protección (y ataque, por supuesto).
En un destructor imperial viajan 72 cazas Tie, 24 escuadras completas.
Mas que suficiente para ocuparse de cualquier amenaza (o de una guerra abierta).
Algunos cazas cuentan con su propio hiperimpulsor, lo que permite realizar largos viajes y operar con cierta autonomía.
Esto es un peligro de emboscada en cualquier parte.
Las armas de las naves medias, como cargueros o corvetas no son muy superiores a las de los cazas mejor equipados. Y un enjambre de estos puede con relativa facilidad inutilizar naves muchas veces mas grandes y costosas.
Sin embargo, a pesar de su agilidad, no escapan facilmente de los bloqueos o las persecuciones... ¿Por que?.
En el vació del espacio, en cuanto se abandona la zona de influencia gravitacional (cosa necesaria para el "salto" al hiperespacio) los motores crean un empuje "fácil", no tienen que compensar la influencia de la masa de un planeta cercano afectando a la propia de la nave.
Pero esto es también así para las naves mas grandes.
Es lejos de un planeta donde un destructor de muestra en su terrible magnificencia.
Los gigantescos motores, impulsados por generadores que podrían mantener civilizaciones enteras, impulsan el enorme leviatán a velocidades prodigiosas.
Impensables para algo tan grande.
¡Cuantos contrabandistas han caído por subestimar la capacidad de la flota imperial!.
Al no haber atmósfera en el espacio, los diseños de las naves se han optimizado para rendir lo máximo posible en el vacio.
Aprovechando el espacio, mejorando la protección y muchas veces olvidando la aerodinámica.
Los cazas que actúan en las fuerzas de la rebelión son mas polivalentes que los imperiales, mucho mas especializados.
Mientras el ala-x cuenta tanto con cañones láser (para combate caza-caza) como con torpedos de protones (para blancos mayores), el Tie solo cuenta con un par de cañones láser (cuatro en el modelo interceptor) quedando el combate con naves mayores en los poderosos pero torpes Tie bombardero.
En vuelo atmosférico se notan también las carencias en el diseño.
Un ala-a o el estilizado caza de Naboo son como puntas de flecha. Cortan el aire sin apenas resistencia, mientras que un ala-x con las alas cerradas es bastante estable, si las abre pilotar se convierte en una lucha contra el aparato, y un giro brusco a baja cota te puede dejar con el morro en el suelo.
Los paneles solares del caza Tie, ni que decir tiene, son un estorbo a la maniobravilidad, y solo pueden usarse ties eficientemente en combate aéreo si se refuerzan previamente (como el escuadrón obsidiana).
Los rebeldes, conocedores de las virtudes de sus cazas, han aprovechado siempre que han podido estas ventajas, antes de quedar abrumados por la superioridad numérica del imperio.
Y solo en los últimos tiempos... con la aparición de cazas como el ala-b han abandonado su política de polivalencia.
Es por eso que los pilotos quieren tanto a sus ala-x.
Brindemos por ellos.
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